Gotas de sangre
El Principio del Fin
La vida cambia para bien o para mal, las personas también, y muchas veces no se dan cuenta de ello, pero también hay otras que cambian porque quieren y otras porque la vida las obligo a hacerlo. Enfrentarse a esos cambios es nuestro gran problema, comienzan a surgir preguntas ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo sucedió?, y muchos de estos cambios son producto de malos momentos y cuando estos llegan no nos queda más que aceptarlos y seguir.Todo comenzó una mañana de Noviembre, aquella mañana se encontraba mucho más oscura que las anteriores, Danae (quemar), una chica de estatura mediana, con unos ojos mezclados entre el café y el verde cambiantes según el día (verdes si el día era claro y café si se encontraba nublado) su brillante pelo negro reflejaba de mejor forma su blanca test; se destacaba por ser una chica carismática, inteligente, algunas veces callada, pero con un corazón muy noble; todos sabían aquello.
Aquel día se encontraba viendo una película en su sala de clases. Ella tenía una gran fascinación por el terror, por lo sobrenatural, no sabía porque, jamás pensó que su fascinación era más que eso.
Todo se encontraba normal, la película era muy buena hasta que comenzó con interferencias por algunos minutos, pronto la imagen había desaparecido, la luz se encendió sola y empezó a parpadear, la puerta se abrió de golpe dejando entrar una fuerte ráfaga de viento, de pronto habían quedado en completa oscuridad. Ya cuando todo se había calmado pudieron percatarse de que había alguien más con ellos, era un ser muy parecido a un hombre pero con alas de murciélago, no tenia cabello y su piel era tan blanca que daba la impresión de que debería haber estado muerto por años; vestía un atuendo negro, se encontraba de pie, dándole la espalda a todos los allí presentes. Aquel ser se hacía llamar Baltazar.
El silencio reino en aquel salón hasta que de pronto se le escucho decir:
— Por fin libre, pronto me vengare de esta inútil raza que me dejo encarcelado. Pero antes debo buscar a la chica, debo buscar a Ashima (sin limites); claro que no sin antes haberme alimentado.
Al decir estas palabras se dio vuelta mirando a todos aquellos que lo observaban temerosos, e intento atacar a uno de ellos. Hasta entonces Danae quien se había comportado calmada, casi indiferente, reacciono golpeándolo con una silla, la cual se rompió en la espalda de este, quien dejando a su víctima se acerco a ella; está no pudo retroceder ya que se encontraba cercana a una pared, lo que la dejaba indefensa ante aquel ser, quien la tomo del cuello y la levanto dispuesto a matarla; fue entonces cuando sintió el corte de una navaja en la espalda, era Alexis, su amigo, quien intentaba defenderla, pero aquella acción no funciono, vasto con un movimiento de la mano para que le arrebatara la navaja y lo lanzara contra una
pared contigua. Luego volvió su atención hacia Luna, a quien no había soltado, de pronto se quedo mirándola a los ojos, la soltó y le dijo:
— Mi búsqueda no fue muy larga, tienes la maldad necesaria para vencer, tu rabia y odio hacia los demás es impresionante, hasta serias capaz de matarlos.
Danae: — Que estás diciendo. Me confundes con otra persona
Baltazar lanzo una carcajada al oír estas palabras luego agrego: — Por favor ¿es que no tienes ganas de matarme?
Danae no respondió, entonces Baltazar al mismo momento en que dejaba la navaja en una mesa cercana, le dijo:
— Mi nombre es Baltazar, no será difícil que te lo aprendas. Te probare y veremos si lo que dices es verdad
Entonces se acercó a Alexis quien se encontraba un poco débil por el golpe anterior, extendió la mano sobre él y comenzó a generarle malestares los cuales le sacaron algunos gritos; Danae le grito para que parara, le pregunto qué quería de ella, pero Baltazar no ceso su ataque, entonces sin pensarlo más tomo la navaja y se la enterró en un hombro; luego tomo a Alexis e intento llevárselo pero Baltazar otra vez la detuvo tomándola del cuello y le dijo:
— Ya ves cómo pudiste, si no te hubieras detenido y hubiese sido un mortal me hubieras matado, ya vez que no fue tan difícil
Danae: — ¡ya cállate y déjanos en paz! Vete
Baltazar: — Tu eres de nosotros y es hora de que vuelvas, me iré pero antes….
Entonces dejó salir de su boca una niebla que desapareció hundiéndose en el cuerpo de Danae, luego la soltó. Después de esto desapareció sin antes, haber indicado que volvería por ella.
Continuara
