Y he aquí la segunda parte de esta pequeña historia..........
Esa noche me dormí pero desperté como me habías
dicho, tu aun seguías a mi lado y te alegraste tanto al verme mejor que tu
sonrisa me alivio aun mas rápido.
Hasta que llego aquel día en donde salimos como de
costumbre a dar nuestro paseo bajo el atardecer que se veía tan hermoso, pero
más melancólico que de costumbre.
Salimos como siempre, de la mano, juntos, conversamos
felices bajo el atardecer. Pero cuando volvíamos aquel hombre, aquel hombre que
apareció tras la oscuridad, aquel hombre que no vimos, aquel hombre que me tomo
del cuello y que te amenazo para que te fueras, aquel hombre me dio tanto
miedo.
No recuerdo muy bien como fue que me salvaste de él,
fue algo muy rápido; sin embargo él tenia un cuchillo el cual clavo en ti, caíste
al suelo, yo también, no podía entenderlo no podía creerlo, sangrabas
demasiado. Sin embargo a aquel hombre no le importo e intento tomarme, intento
separarme de ti agarrando mi brazo para levantarme a la fuerza. Yo al verte en
ese estado solo saque el cuchillo de ti y con un movimiento corte la garganta
de aquel hombre que tanto daño te hizo.
Deseaba llevarte al hospital pero tú tomaste mi mano intentaste
secar mis lágrimas y me dijiste que me quedara a dormir contigo en ese lugar
que era mas lindo que el hospital ya que el cielo se veía más grande y las
estrellas más brillantes. Dijiste que querías dormirte a mi lado para siempre,
entonces me quede contigo abrazándote, al lado tuyo por siempre. Esa noche te
dormiste pero jamás volviste a despertar, jamás, pero al menos esa noche
estabas feliz.
Aun sigo subiendo a ver la lluvia caer, las gotas
pegarse a la ventana, y espero, y espero, pero ya no vienes a buscarme después
de que me acostumbraste a tal cosa ahora no vienes, dime ¿porque te dormiste
antes que yo?, porqué si yo estaba destinada a irme antes que tú, ¿porque no me
esperaste? Dime, ahora me esperaras para despertar juntos con las estrellas,
¿me esperaras?, porque yo te buscare.